Una carpa parece a veces como algo muy lejano, algo que sólo podríamos utilizaren ocasiones puntuales, o que es algo ajeno a nuestras vidas. Y nada más lejos de la realidad. Las carpas están muy presentes en nuestro día a día. Muchas veces, más cerca de lo que pensamos. En unas fiestas, practicando deporte, en un concierto… las carpas están presentes en numerosos aspectos de nuestra cotidianidad. Y te lo vamos a demostrar…
En la verbena de las fiestas de tu pueblo o de tu barrio
¿Cuántas veces te has marcado una ranchera en la plaza de tu pueblo durante las fiestas? Seguro que más de una. Y como cubierta protectora, para evitar las inclemencias del tiempo, allí estaba una carpa, de mayor o menor tamaño, para guarecer a foráneos y locales mientras disfrutaban de la verbena.
En una comida popular
Da igual que sea durante unas fiestas o para celebrar un día de convivencia de una asociación. En las comidas populares las carpas son imprescindibles si queremos evitar las lluvias, pero también para evitar quemarnos con el sol del medio día, o guarecernos del frescor de las noches.
En un festival
Bailas, saltas, cantas… y nuestras carpas allí están, permitiéndote disfrutar de tus grupos favoritos sin el peligro de que el mal tiempo os agüe la fiesta.
En una boda
Probablemente te has casado, o has ido de invitado o invitada a una boda en la que el cóctel, o el banquete o el baile se celebraban en una carpa. Un espacio cubierto que permite acoger a decenas y decenas de invitados en fincas, o en terrenos en los que no había nada preparado para celebrar una boda.
En un evento social o de empresa
Corbatas, pajaritas, zapatos de tacón… Y una carpa para celebrar ese evento de empresa o ese evento social al que tanta ilusión te hacía acudir. En una finca, en los jardines de un palacete, o incluso en el interior de un edificio histórico para enmarcar el evento.
Mientras haces la compra
Seguro que en más de una ocasión has salido de hacer la compra del hiper o del centro comercial y te has encontrado con una carpa en la que se hacía alguna promoción comercial, o en la que estaban preparando una paella o una comida popular.
En tus vacaciones
Una carpa a la orilla de la playa, en un encantador café con vistas al mar, o con una promoción comercial en el paseo marítimo de la ciudad en la que veraneas. Las carpas también están muy presentes durante tu periodo de desconexión.
Durante la jornada laboral
Seguro que mientras trabajas te has encontrado con alguna de nuestras carpas industriales y logísticas. En tu propia empresa, en donde la han instalado para ampliar la superficie de almacenaje, o en empresas que visitas y en las que te han entregado la carga en alguna carpa.
Mientras practicas deportes
Pádel, frontón, tenis… Probablemente, en el centro deportivo del que eres socio tienen pistas a cubierto para que puedas practicar tu deporte favorito aunque sople aire, llueva, o granice. Y seguramente, esas carpas deportivas las ha instalado Aracarpas.
Para celebrar los triunfos de tu equipo
Los triunfos, compartidos, saben mejor. Y si no has podido viajar hasta el estadio en el que se jugaba esa final tan importante, puede que hayas disfrutado del partido en una carpa que ha montado la dirección del equipo o el ayuntamiento de tu ciudad para ver cómo tus jugadores metían goles a mansalva.
Cuando participas en un congreso, o en una feria
En ocasiones, los ayuntamientos o las entidades organizadoras no tienen espacios dignos y amplios para acoger un congreso, o les falta espacio en el recinto ferial y necesitan ampliar la capacidad expositiva. Una carpa es la mejor solución ante esta falta de espacio.
Patinando en Navidad
Las pistas de patinaje se han convertido en un clásico en las plazas de muchas de nuestras ciudades. Y nada mejor que una carpa para cubrirla y proteger a los patinadores de las lluvias que pueden darse en los meses invernales.