Más allá de las tiendas habituales, nuestros pueblos y ciudades celebran esporádicamente mercados de lo más variados: frutas y verduras de la huerta, carnes y pescados, dulces, delicatessen, conservas… por su ubicación privilegiada – generalmente en plazas y calles centrales – y los productos de gran calidad, los mercados gozan de gran afluencia de visitantes. ¿Cómo hacer que los asistentes disfruten de la experiencia? Con una carpa para mercados.
Las carpas para mercados ofrecen la receta perfecta para que visitar el mercado sea una gran experiencia para deleitarse y disfrutar en un ambiente protegido del viento, el frío o la lluvia en invierno , pero también el sol y el calor en verano. Esta sensación de confort no solo sirve para los asistentes, sino también para los vendedores y para mantener los productos que alberga el mercado en su interior en condiciones óptimas.
Montar un mercado no es una tarea fácil. Es necesario conocer cuántos puestos se instalarán y qué venderá cada uno de ellos para poder determinar las dimensiones perfectas y diseñar la infraestructura: pasillos, servicios, zonas de esparcimiento, cámaras, una distribución adecuada… En este sentido, la flexibilidad de las carpas frente a las construcciones tradicionales es clave para optimizar el espacio disponible, pero también para ahorrar tiempo y dinero. Además, una carpa es siempre una buena opción si el edificio del mercado está cerrado por reformas y hay que instalar un mercado provisional para alojar a los puestos mientras duren las obras. O si se quiere dotar a un barrio de un mercado, pero el edificio tradicional costará construirlo por problema de plazos, permisos y presupuesto.
En Aragonesa de Carpas contamos con una gran experiencia en el montaje de carpas para mercados, así que si estás valorando instalar una carpa para mercados, no dudes en consultarnos para dar con la carpa que necesitas.